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REPUBLICA CHECA - Centro histórico de Praga

Descripción / observaciones

- Patrimonio Mundial de la Humanidad en la REPUBLICA CHECA - Centro Histórico de Praga imagen del sello: Capilla de Belén La capilla original fue construida entre 1391 y 1394 con donaciones de Hanus de Mühlheim, cortesano del rey Wenceslao IV, y el rico comerciante Vaclav Kriz, seguidores de Jan Milic de Kromeriz, uno de los primeros en introducir las ideas de la reforma religiosa en Praga. Estaba dedicada exclusivamente a la prédica en lengua checa, rompiendo de esta forma con la dominación de la iglesia germana medieval que imponía el latín. Puesto que en sus orígenes se trató de un edificio privado en el cual no se celebraba la eucaristía, nunca llegó a ser una iglesia y por eso se la denominó sencillamente capilla. El nombre de Belén se cree que deriva de unas reliquias que Vaclav Kriz habría adquirido (acaso reliquias de los niños de la matanza de Belén ordenada por Herodes) y que donó a la capilla. Su más destacado predicador fue Jan Hus, quien dio sus sermones aquí entre 1402 y 1412. Las dimensiones colosales de la capilla le permitían albergar unos 3000 fieles, que la llenaban para escuchar sus sermones condenando la corrupción de la iglesia de entonces. Los movimientos reformistas crecieron aquí para aumentar luego de que Jan Hus fuera condenado a la hoguera por herejía en 1415, hecho que condujo a las llamadas "guerras husitas". La Capilla de Belén se mantuvo como centro de la Iglesia Protestante hasta que finalmente los católicos recuperaron el poder en 1620 (luego de la Batalla de la Montaña Blanca), ejecutando horriblemente a 27 líderes protestantes en la Plaza de la Ciudad Vieja. Desde entonces fue confiscada por la Iglesia de Roma y los jesuitas la compraron en 1661, convirtiéndola en iglesia católica. Con el emperador José II llegó la abolición de las órdenes religiosas y en 1786 ordenó la demolición casi completa de la iglesia jesuita, conservando solamente la sacristía y un cuarto contiguo donde habría vivido Jan Hus. Más tarde, en el lugar se construyó un edificio de departamentos. Aunque hubo algunos intentos anteriores, fue con la llegada de los comunistas, para quienes Jan Hus encarnaba la figura del héroe popular, que tomó impulso la idea de reconstruir la capilla. El trabajo fue realizado por Jaroslav Fragner siguiendo viejos planos e ilustraciones, y se integraron los fragmentos originales del siglo XIV. Excepto por su monumentalidad, el sobrio edificio puede parecer falto de interés turístico en una ciudad como Praga, pero la Capilla de Belén refleja el espíritu austero de la reforma que pregonaba Jan Hus. Su simplicidad contrasta con las ricas iglesias barrocas en los alrededores, símbolos del poder y la riqueza de una iglesia que Hus y sus seguidores tanto desearon reformar.

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